Usa jabón líquido y agua caliente y añade vinagre blanco. Reuniendo todos estos ingredientes obtendrás una mezcla que desinfectará las superficies donde hayan estado las larvas. Acto seguido, prepara una disolución de agua y lejía y limpia el suelo de la cocina y las demás zonas afectados por los gusanos.

Los gusanos pasan mucho tiempo de su día buscando alimento, pueden alimentarse de hongos, desechos o bacterias y cada día excretan cantidades semejantes a su propio peso.

Entre ellos, ayuda a tonificar todo el cuerpo, ya que activa los músculos de los brazos, piernas, abdomen y espalda, y especialmente los isquiotibiales. También resulta ideal para el calentamiento, pues estimula diversas partes del cuerpo.